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sábado, 6 de diciembre de 2014

Catedral y Universidad de Alcalá de Henares 3 de Diciembre de 2.014

Hoy nuestros pasos nos dirigen a un lugar, cuna de nuestro embajador universal Miguel de Cervantes, que cada día nos gusta más a nuestro grupo: Alcalá de Henares

Empezamos por visitar la Capilla de las Santas Formas y sus alrededores

















Llegamos a la Plaza de Cervantes




Y de aquí a la Catedral.

En época hispano-romana, a comienzos del siglo IV -año 305-, el prefecto Daciano ordena degollar fuera de la ciudad de Complutum -en el lugar llamado por la tradición Campo Laudable- a dos niños cristianos, Justo y Pastor, sobre una piedra. Muy pronto el lugar de su martirio, donde actualmente se encuentra ubicada la Catedral-Magistral, comienza a recibir la veneración de los fieles cristianos.







Desde el siglo IV este lugar ha mantenido su carácter religioso, sucediéndose en el tiempo diversas edificaciones cristianas. Durante la dominación visigoda, entre los siglos V-VIII, hay conocimiento de la existencia de una pequeña capilla que albergaba los restos de los Santos Niños. Bajo la dominación árabe, entre los siglos VIII-XI, las reliquias de los Santos Niños son trasladadas por miedo a su profanación a un valle de Huesca y no regresarán a Alcalá hasta el siglo XVI. El culto, sin embargo, fue mantenido por los mozárabes durante la dominación musulmana, manteniéndose la memoria del lugar y la piedra del martirio.





Y aquí empezamos con el Belén que han puesto en el interior de la Catedral













Terminado el Belén, seguimos






En 1118 el Arzobispo de Toledo don Bernardo conquista definitivamente Alcalá, siéndole otorgada la villa y alfoz con carácter de donación real. En 1138 se menciona la “ecclesia sanctorum Yusti et Pastoris”. En el siglo XIII don Rodrigo Jiménez de Rada reedifica el templo de los Santos Niños, construyendo en su entorno las dependencias arzobispales, por lo que el templo es conocido como Capilla de los arzobispos de Toledo.

En el siglo XV el Arzobispo Carrillo decide la construcción de una Iglesia en este mismo lugar con dimensiones catedralicias, obra que será continuada por su sucesor el Cardenal Mendoza, perteneciente a una gran familia noble muy interesada por las nuevas corrientes renacentistas italianas. Se trata de una iglesia de organización medieval gótica posiblemente de ladrillo, con técnicas mudéjares, de la cual hoy no tenemos más que los documentos de pago a los alarifes por parte de los cardenales Carrillo y Mendoza.







Pero será con el Cardenal Cisneros con quien la ciudad de Alcalá conocerá su época de mayor esplendor. La fundación de la Universidad de Alcalá consolidará un segundo núcleo urbano situado al este de la Iglesia. La gran reforma que Cisneros acomete en la Iglesia de los Santos Niños se desarrolla en dos fases, de 1497 a 1500 y de 1501 a 1516, ambas dirigidas por los arquitectos Antón y Enrique Egas, acompañados por el alcalaíno Pedro Gumiel como maestro de obras. En estas obras se derriba, probablemente, la edificación anterior de la que se mantienen únicamente la capilla subterránea de los mártires y la capilla funeraria gótico-mudéjar del bachiller Pedro López o del “tránsito”.





En la actualidad, tras la restauración de la Diócesis de Alcalá en 1991, la Iglesia Magistral es también Catedral, siendo la única catedral gótica de la comunidad de Madrid.


 Fuente:  Catedral de Alcalá



Y ahora a la Universidad.

Aunque ya desde 1293, Alcalá contaba con un Estudio General aprobado por el Rey Sancho IV, la Universidad de Alcalá fue fundada por el Regente de España, el Cardenal Cisneros, en 1499 como proyecto educativo absolutamente novedoso. En él se conciliaban los mejores modelos de la tradición de entonces-París y Salamanca_ con aquellos otros más innovadores como Bolonia y Lovaina. El Cardenal Cisneros quiso que esta Universidad, que nacía con la edad Moderna como avanzada en España de las corrientes renacentistas y humanistas de Europa, fuera el crisol donde se educara no sólo el clero regular y secular dispuesto a afrontar la reforma eclesiástica, sino también los nuevos funcionarios competentes que necesitaban los reinos de España. El éxito de aquella empresa hizo que Alcalá se convirtiera en la sede de una aristocracia universitaria que hizo posible nuestro Siglo de Oro.








Durante los siglos XVI y XVII, la Universidad de Alcalá se convirtió en el gran centro de excelencia académica: en sus aulas enseñaron y estudiaron grandes maestros como Nebrija, Tomás de Villanueva, Ginés de Sepúlveda, Ignacio de Loyola, Domingo de Soto, Ambrosio de Morales, Arias Montano, Juan de Mariana, Francisco Valles de Covarrubias, Juan de la Cruz, Lope de Vega, Quevedo, etc. El prestigio de sus estudios, así como de sus maestros, y sus constituciones fundacionales, sirvieron como modelo sobre el que se constituyeron las nuevas Universidades en América.








El siglo XVIII, sobre todo en el último tercio, fue especialmente crítico para los estudios universitarios en España, ya que se vieron sometidos a reformas transcendentales en sus métodos de enseñanza. Sin embargo, es en ese período cuando Melchor de Jovellanos llega a nuestra Universidad y se confiere el grado de Doctora en Filosofía, a la primera mujer que lo recibe en España, Maria Isidra de Guzmán y de la Cerda





Trasladada a Madrid a mediados del siglo XIX, como resultado del proceso de desamortización, la aspiración de recuperación de la Universidad de Alcalá se mantuvo viva desde entonces gracias a la Sociedad de Condueños. El aliento de los alcalaínos, el prestigio de su pasado, la recuperación de la memoria histórica y el nuevo impulso que dio a la educación en España la transición democrática, hicieron posible que en 1977 volviera a abrir sus aulas la Universidad de Alcalá. Desde entonces hasta la fecha, el esfuerzo colectivo y el tesón de sus gestores han hecho posible recuperar su patrimonio intelectual, cultural y arquitectónico. La singularidad del modelo universitario, la aportación histórica a las letras y a las ciencias, a la belleza y riqueza de sus edificios ha hecho que el 2 de Diciembre de 1998, la UNESCO declarara la Universidad de Alcalá, Patrimonio de la Humanidad.









En la actualidad, la Universidad de Alcalá es una institución moderna, de tamaño medio, reconocida en Europa y América como modelo a imitar. A los clásicos estudios humanistas y de ciencias sociales, la Universidad de Alcalá ha incorporado las más novedosas titulaciones en todos los campos científicos como las ciencias de la salud o distintas ingenierías distribuidas en sus diversos campus, que constituyen todas ellas, junto con el Parque Científico y Tecnológico, un factor decisivo de proyección internacional y de elemento dinamizador de la actividad en nuestra región.







Sus más de 27.000 estudiantes, 2.000 profesores e investigadores y 800 trabajadores  administrativos y de servicio dan vida a  más de 37 titulaciones oficiales de Grado, una amplia oferta de estudios de posgrado y formación continua. La reconocida calidad de sus estudios, el desarrollo de importantes líneas de investigación, sus relaciones internacionales, el interés histórico-artístico de sus emblemáticos edificios, sus nuevas y modernas instalaciones y su completa adaptación a las demandas del actual mercado de trabajo la sitúan a la vanguardia de las universidades públicas.
































Fuente:   Universidad de Alcalá